Los hogares de acogida son espacios temporales de transición. Pasar por aquí puede generar un estado de ansiedad o depresión.

Con la intervención profesional de crear hábitos, sistemas de organización y orden externo se van trabajando estados emocionales y de consciencia. Con la palabra, la re-significación y la evaluación podemos lograr dar las herramientas para que las personas que atraviesan esta situación retomen la confianza en si mismas. 

Discernir y marcarse metas sirven de guía para el propio camino de evolución, independencia, responsabilidad,  compromiso y consideración de las personas hacia sí mismas y hacia los demás.

A su vez abrimos el espacio para compartir experiencias con las personas encargadas de atender a las personas en esta situación desde la perspectiva de un orden transversal.